Mapplethorpe: escultura
Uno de los más influyentes artistas del siglo xx (y que hasta a penas se le está dando su justa retribución) hizo de la figura humana su tema central, convirtiéndola en un receptor de belleza, de vigor y hasta cierto punto de artificialidad. Su fotografía no trata de retratar de manera fiel lo retratado, al contrario, busca reinventar el objeto, darle otra forma, que se contemple desde otra perspectiva, de ahí su cercanía con la pintura y la escultura. Empodera el cuerpo, tanto masculino como femenino. Sus desnudos son imponentes, basta ver las cientos de fotografías que dedicó a este tema: contrastes deslumbrantes, poses y contorsiones poco convencionales, escenas impactantes... ; las que hizo a la fisicoculturista Lisa Lyon, etc.
La exposición "Escultura", curada por Tobias Ostrander, en la galería Morán Morán de Polanco, Ciudad de México, exhibe 36 de sus fotografías, hay fotografías de antiguas esculturas griegas que al ser retratadas con su maestría se convierten en un cuadro, hay algunos desnudos, retratos e incluso unas polaroids, que contrastan con los grandes formatos de las otras fotos. Uno se queda uno con ganas de más, pues la producción de Mapplethorpe es vasta, sin embargo ninguna fotografía decepciona. Todas impactan por su precisión minimalista, por sus contrastes y por la peculiar belleza que despuntan. La exposición deja de lado las flores, su otro gran tema, en el que también se ocupó de lo artificial del elemento.
La fotografía de Mapplethorpe nos enseña que el cuerpo, que la flor, que algo natural y perecedero también es símbolo de poder, de magnitud, de fuerza, pero sobre todo de belleza.
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