Leonora y Reino Animalia
El ser humano es un animal, humano pero animal a fin de cuentas. En su universo pictórico, endémico en la Historia del Arte, se podría decir que los animales dominan el mundo: realizan acciones humanas, participan en los rituales místicos, en prácticas alquímicas; son altos, estéticos y están en el mismo peldaño que esa criatura "razonable" autodenominada "hombre":
"si hay dioses- afirmaba, no los creo en forma humana. Prefiero pensar en los dioses en forma de cebras, gatos, pájaros. Un prejuicio mío, pero si se mueve alguna divinidad adentro del animal humano, es el amor, el amor que dirige las otras especies vivas, la ameba, el león".
"si hay dioses- afirmaba, no los creo en forma humana. Prefiero pensar en los dioses en forma de cebras, gatos, pájaros. Un prejuicio mío, pero si se mueve alguna divinidad adentro del animal humano, es el amor, el amor que dirige las otras especies vivas, la ameba, el león".
Desde su cosmovisión, los animales, cual sea su especie, no están para nuestro servicio, su universo creativo permite la conexión de aparentes "discordancias" tal si de una misma dimensión se tratase: lo fantástico convive con lo real, lo mitológico con lo místico, el reino vegetal con el animal no humano y humano: casi siempre fundidos en un mismo ente.
Por tanto no existen las jerarquías, el habitad es de todos, todo esto permite el florecimiento de un reino armonioso, pero a la vez lleno de misterio y oscuridad, no se sabe del todo que es lo que pasa, pero todos progresan conjuntamente.
Algo ni siquiera un poco cercano a la realidad, más de hoy en día: el ser humano sigue dominando especies para su beneficio, se destruyen ecosistemas en pos del "aprovechamiento de los recursos naturales": no progresan todos, progresan unos a costa de otros, de los que se saquea de su habitad, de los que no pueden hacer nada frente al poderoso.
Los animales ya no son admirados cual dioses: el dinero es el nuevo dios, la utilidad el reino. Afortunadamente el arte aún es medio para plasmar ideales, alterar la realidad y que el dios sea quien el artista quiera.
Los animales ya no son admirados cual dioses: el dinero es el nuevo dios, la utilidad el reino. Afortunadamente el arte aún es medio para plasmar ideales, alterar la realidad y que el dios sea quien el artista quiera.
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