Cristos*
Divino Rostro, Catedral del Morelia.
Cristo de la Capilla, Basílica Pátzcuaro.
Cuerpo
que mana sangre de las múltiples heridas, llagas negras, rostro fatigado, ojos
que esparcen lágrimas de sacrificio.
La
religión brota de la fe. La fe es como caminar en la oscuridad a tientas, por
lo que para no tropezar en el paraje oscuro el cristianismo necesitó de imágenes,
iconos, como: Cristo clavado sobre la
cruz.
El
pecado del mundo tuvo que ser castigado, el hijo de Dios fue la víctima
expiatoria para “removerlo”, para dar paso a un inicio nuevo: así nació el
dogma.
La máxima del cristianismo acarrea compasión y piedad, la imagen del que injustamente fue herido, maltratado y después muerto, del mártir torturado, pero a la vez Salvador pretendía acercarnos a la “santidad”: provocando conmoción se genera devoción.
La máxima del cristianismo acarrea compasión y piedad, la imagen del que injustamente fue herido, maltratado y después muerto, del mártir torturado, pero a la vez Salvador pretendía acercarnos a la “santidad”: provocando conmoción se genera devoción.
Cristo del Señor de Araro.
El Calvario, Templo del Calvario, Pátzcuaro.
Santo Entierro, Templo de Araro.
Señor de la Cañita, Basílica de Pátzcuaro.
*Imágenes: fotografías mías de las fotografías tomadas por el arquitecto Alfonso Pacheco Hernández de Cristos de Michoacán.
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